En la casa del músico están los polvos muertos y Dalí recitando a caballo bajo una lluvia fría la noche de un otoño cualquiera
A veces alguna nota musical subleva la televisión o casi siempre, si no elegimos ver alguna película que te deje sin instintos, con sordera, pero con mucho, mucho carisma de madrugada para llamar el taxi y salir volando a la puerta de mi casa cuando un perro atropellado es la cara divertida de un fin de semana sin censuras.

La casa del músico es la estancia del té o un domingo de resurrección infinita.

Comentarios

Donostia / San Sebastián ha dicho que…
casa de herrero, martillo de palo!

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