Mudarse
redundar en una habitación de relieve a la vida,
al cambio, al cansancio.

Mudarse comiendo paredes,
depolvando libros y acechos
evitando quehaceres que amarran tu cosecha.

Mudarse, hacirse, ponerse.
Incansable, con los brazos abiertos
capaces de escribir sobre una piedra una carta de amor
o un poema bestial que rompa las arterias del alma.

Mudarse etéreo,
obtuso y sin límites acechando las horas que oscilan
para que llegue otra pasión,
otra figura, otro gobierno, otros cuatro años.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Miérquina Paty, tu no estas fácil!
un beso Julio M.

Entradas populares de este blog

29/6/06

Regreso

Poema