llegaba

llegaba con su luz gatuna en la mirada alumbrando la noche, embelleciendo los días, renunciando a besos, creando relampagos de su carcajada.

llegaba empapada de estiercol de rutina para tirar sus botas por el balcón y perderse en cualquier novela de amor que viviera en el anaquel de los arcángeles jubilados.

llegaba con todo y su aura marchita a contar las piezas de un rompecabezas sin forma que adornaba sus ojeras en el ton sin son del instante extasiado en su cara.

llegaba poseída por la vida que le daba el acento, subida en una litera mágica con su caña de pescar.

llegaba después de pactar con el mismisimo demonio su cita con el más ardiente de los mares.

llegaba embrollada en las sabanas, llena de él para volar como mariposa sobre fuego.

llegaba y volvía a la ceguera de las noches sin luna, de la armadura compacta en su ombligo.

llegaba con la espalda llena de labios y la armónica desbordada, con sus curvas sinusoidales representando su verdad.

llegaba premiada del vacio de su blanca psique, llena de instancias entre granos de arena y piedras de sal.

llegaba toda pulida como pavimento entre cayenas.

llegaba solo llegaba puesta en la cien de su nuca, perdida en la sangre de su creador... llegaba.